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| Gestavi Logos |
A primeros del siglo XXI surgió en el panorama aéreo español una pequeña empresa que, pese a su discreción y efímera existencia, llegó a reflejar el espíritu emprendedor de las provincias del interior. Bajo la razón social Transporte Aéreo Gestavi, S.L., la compañía se estableció en Albacete, con la intención de abrir una vía propia en el transporte aéreo regional, carga y chárter. En un contexto dominado por las grandes operadoras y por el auge de las aerolíneas de bajo coste, Gestavi representó un intento local de ofrecer un servicio ágil y de proximidad, enraizado en Castilla-La Mancha. La empresa dispuso de una pequeña flota compuesta por dos Swearingen SA-226 Metro, matriculados EC-EZD y EC-GUZ, junto a un Saab 340 matriculado EC-INU de procedencia escandinava y que luego paso a estar operativo con Lagunair bajo la matricula EC-IVD, aparte también una pequeña Cessna 207a skywagon. Estos aviones, ligeros y versátiles, resultaban idóneos para operar rutas cortas, vuelos a demanda y carga desde aeropuertos secundarios, un nicho de mercado que otras compañías regionales españolas también exploraban por entonces. Durante su breve etapa operativa documentada entre 2003 y 2004 los Metro lucieron los logos de Gestavi en vuelos chárter y servicios privados, mientras que el Saab 340 totalmente en blanco se destinó a intentos de operaciones regulares, como volar para Air Catalunya, intento que no fraguo o de carácter corporativo.
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| Flota de |
Sin embargo, el proyecto nunca logró consolidarse. La competencia creciente, los costes operativos y las limitaciones de un mercado regional fragmentado acabaron por frenar su desarrollo. A mediados de 2004 la empresa ya figuraba envuelta en litigios laborales con parte de su personal, signo de una situación económica comprometida. Poco después desapareció de los registros operativos y sus aeronaves fueron dadas de baja o transferidas a otros operadores. Hoy, Gestavi queda como una nota de pie en la historia de la aviación española, un ejemplo más de aquellas iniciativas modestas que, desde ámbitos locales, intentaron mantener vivo el sueño de un transporte aéreo descentralizado. Desde su base en Albacete, entre hangares y esperanzas, la pequeña Gestavi aspiró a volar más allá de su tiempo, dejando tras de sí apenas unas fotografías y el eco de un proyecto que quiso ser, y apenas fue, una línea aérea castellana.


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