domingo, 21 de septiembre de 2025

RYJET Aerotaxis del Mediterráneo

 

Logo de Ryjet

Al final del siglo XX en la aviación regional española, una compañía se asomó, callada pero peculiar, Ryjet, Aerotaxis del Mediterráneo. Fundada en Málaga en el año 1999, la empresa aspiraba a ser un operador adaptable, sirviendo tanto vuelos chárter privados como conexiones regulares de poca distancia. Su centro de operaciones estaba en el Parque Tecnológico de Andalucía, en Campanillas, desde allí desarrolló una actividad que se focalizaría principalmente en las rutas entre Málaga y Melilla. El nombre de la empresa evocaba modernidad y reactores por aquello de “jet”, aunque la verdad era mas simple. Ryjet apostó por dos modelos turboprop de rendimiento reconocido en la aviación regional, un Saab 340 de 33 asientos, un British Aerospace Jetstream 31 para unos 19 pasajeros y aparte una Piper PA-34-200T Seneca II, para el entrenamiento de sus pilotos. Estos aviones, pequeños y funcionales, se adecuaban excelentemente a la naturaleza y enfoque de la compañía, dedicada a vuelos cortos con mucha frecuencia y costes controlados. El Saab 340, específicamente, brilló como la joya de su flota, y llegó a dominar muchas rotaciones entre la península y Melilla, creando un genuino “puente aéreo” que poseía fama local.

Flota de Ryjet

En sus inicios, Ryjet conquistó un mercado muy específico, el de aquellos pasajeros que deseaban un transporte rápido y cercano, lejos de las grandes líneas aéreas. La conexión con Melilla, siempre sedienta de vuelos estables, fue su propósito primario, pese a que también realizaban vuelos chárter y aerotaxi según se pidiera. Su esencia casi artesanal la diferenciaba de los operadores regulares, y esto le daba una personalidad distinta en la aviación española. Pero, tras esa imagen de proximidad, comenzaron a mostrarse problemas. La compañía estuvo implicada en controversias acerca de la preparación de pilotos y sobre su gestión administrativa. Desde la segunda mitad de los 2000, Ryjet empezó a afrontar complicaciones financieras que causaron demoras en los pagos y una fragilidad operativa ascendente. A pesar de todo, el Saab 340 y el Jetstream aún surgían por los aeropuertos del sur peninsular, su presencia mantenía viva a la empresa. Pero, su fin era ineludible. Ya en 2011, se rumoreaba a voces la mala situación de Ryjet, y en 2012 la compañía detuvo sus vuelos para siempre. La bancarrota llegó por falta de efectivo y ser incapaz de pagar el mantenimiento y alquiler de sus aviones. De esta manera, desaparecía una de esas pequeñas aerolíneas regionales que, sin llamar mucho la atención, llevaban años uniendo por aire Melilla y otras ciudades de España. La historia de Ryjet revela bien la fragilidad de las aerolíneas nicho en España, en aquella época. Con una flota pequeña, pero peculiar, un Saab 340 y un BAe Jetstream 31, la empresa intentó un espacio entre la aviación comercial y el chárter privado. Su cese en 2012, puso fin a un periodo corto, aunque importante, en la aviación regional española, eso dejo tras de sí, memorias de vuelos diarios entre Málaga y Melilla, también la imagen de esas aeronaves, que ahora, son parte de el recuerdo de los que gustan de la aviación civil. 






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